domingo, 20 de septiembre de 2009

“Siete presos tienen el poder en la cárcel”

REVELACIÓN DE UN FUNCIONARIO CARCELARIO
El 19,5% de los reclusos está procesado y el resto, penado. Los internos conviven en pabellones abiertos
Areanny Bastidas
Siete reclusos, capaces de cobrarse una traición con la vida misma, con férreos códigos de sangre y muerte, mantienen el control sobre los 2.042 internos restantes que pagan condena en la Cárcel Nacional de Maracaibo o Sabaneta.
Infundar temor, cobrar vacunas para la alimentación, el pase de armas, drogas y alcohol, imponer la ley del más fuerte y mediar en situaciones de conflicto son algunas de las acciones de los siete reos que controlan Sabaneta, dijo un funcionario carcelario a PANORAMA.
El vocero identifica a los “prames” (jefes) como “El Robert”, en el área de calabozo; “Pepito”, en penal; “Pachito”, en reeducación; Jean Carlos y Guajiro Blanco, en el área de máxima; “El Flaco” en la zona de patio, y Payare, un ex policía, de Procemil.
“Sabaneta es un infierno, es como una bomba que amenaza con estallar. Estos líderes se han vuelto indispensables, hasta cierto punto, porque adentro se vive un submundo y ellos sirven para intervenir como mediadores en las riñas”, dice el funcionario.
Los “prames” de Sabaneta gozan de ciertos privilegios por encima del resto de la población carcelaria.
Los demás presos duermen, se alimentan y conviven en pabellones abiertos. La privacidad se construye con sábanas o mediante paredes improvisadas de concreto (para quienes pagan por este beneficio).
Las cinco áreas de Sabaneta son: penal, reeducación, máxima, Procemil y anexo femenino.
El área de Procesados Militares o Procemil es el único espacio de la cárcel que tiene una subdivisión interna: funcionarios, patio y calabozo. La zona de funcionarios es exclusiva para los policías regionales, municipales, militares, o cualquier oficial detenido por algún hecho delictivo. Es considerada la menos conflictiva al igual que el anexo Femenino y reeducación.
Sabaneta cuenta con más de 32 pabellones para 1.966 reclusos masculinos (95,9%) y 77 femeninos. Trabajan 44 custodios masculinos dependientes del Ministerio de Interior y Justicia (MIJ) y 12 del sexo femenino. En total, hay 110 empleados civiles.
En la cárcel no hay clasificación de los reclusos por el tipo de delito, es decir, los homicidas se mezclan con los internos que cometen violación, hurto, robo y droga.
A Sabaneta entró el Plan de Humanización Penitenciaria que consiste en actividades en pro de los derechos humanos y en la resocialización del interno. Una vez al mes, por ejemplo, los reclusos tienen acceso a que sus concubinas o esposas los visiten y duerman con ellos.
El derecho a la pernocta consiste en que la mujer entra el sábado a las 9:00 am y pueden marcharse el domingo a las 4:00 de la tarde.
En el penal hay 36 personas impartiendo las misiones. En la actualidad, 35 presos del sexo masculino y 6 del femenino gozan de régimen abierto. Ésto consiste en poder salir a trabajar de lunes a viernes y regresar a dormir los fines de semana. Hay también 39 hombres y 6 mujeres en destacamento de trabajo. Cinco internos están hospitalizados.
La deteriorada estructura de Sabaneta, ubicada en el barrio San Pedro, desde que acabó la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, en 1958, amenaza con colapsar.
Hace 51 años permanecían recluidas 850 personas, hoy, este penal triplica su capacidad pese a que algunos pabellones fueron ampliados. Las montañas espesas de basura que hay en su interior se suman a la lista de calamidades de este recinto marabino.
20 de septiembre de 2009
panorama.com.ve

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